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Serra de Tramuntana

Acantilados de vértigo sobre el mar, frondosos bosques de encina y pino mediterráneo, escarpadas cimas de más de 1000 m, recónditas calas de guijarros y algunos arenales son sólo algunas de las estampas que ofrece este singular paraje natural.

Patrimonio Mundial

La Serra de Tramuntana fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural el 29 de junio de 2011. Es el reconocimiento de la comunidad internacional a la simbiosis casi perfecta entre la acción del ser humano y la naturaleza, realizada durante siglos, de la que ha resultado una monumental obra humana en la cual se mezclan cultura, tradiciones, estética, espiritualidad e identidad.

No sólo la naturaleza es parte intrínseca de la Serra. Caminos empedrados, bancales de cultivo, carboneras, hornos de cal, casas de nieve, canalizaciones de agua… son, junto a idílicas aldeas, pueblos pintorescos y puertos de tradición pesquera, algunos de los atractivos de la Serra de Tramuntana.

Mantiene la esencia de antaño, cuando los primeros viajeros recalaban en la isla en la búsqueda de la belleza y de la observación del paisaje. El archiduque Luis Salvador de Austria, a mediados del s. XIX, fue uno de los primeros en enamorarse de este entorno y en procurar su conservación. Pero no es el único que encontró refugio aquí. La luz especial de la Serra atrae desde entonces a artistas de todo el mundo y de toda índole.

RUTA DE LA PEDRA EN SEC

La Serra es un lugar idílico para la práctica del senderismo. Son varios los itinerarios que la recorren, destacando la ruta GR-221, sendero de gran recorrido, estructurado en diferentes etapas. Durante el trayecto existen varios refugios donde pernoctar, previa reserva.